Senda de Viavélez a Tapia de Casariego
El pasado día 20 de enero los del Estoupo iniciamos una nueva temporada. En el calendario de actividades para 2008 incluimos esta senda costera a principios de campaña por dos circunstancias: De una parte, es habitual que en este mes de enero la nieve cubra gran parte de la geografía asturiana y nos impida el desarrollo de actividades en la montaña y de otra, al ser los días son más cortos si evitamos grandes desplazamientos aprovechamos más horas de luz.
No nos esperábamos unas condiciones meteorológicas tan excepcionales. El sol lucía con una fuerza inusitada para encontrarnos enestas alturas del invierno. Iniciamos el recorrido en el marinero pueblo de Viavélez (El Franco) topándonos con un panel indicador de la ruta que discurre por el E-9, denominación europea de este sendero costero que algún día recorrerá la costa atlántica desde San Petersburgo (Rusia) hasta punta Tarifa en Cádiz. El tramo asturiano tiene la denominación G.R. 204 - Senda Costera Asturiana - una denominación muy pomposa para una senda casi inexistente, en la que los trabajos de adecuación llevan un ritmo acusadamente lento.
Ascendemos hasta el mirador de Viavélez para luego en llano continuar por una senda que marcha en sentido contrario al mar hasta Mernes. Proseguimos con pausado caminar por la pista que nos lleva directos al mirador de la playa de Monellos. Retomamos el camino y alcanzamos Valdepares dándonos casi de bruces con la carretera N-634 que soslayamos girando rápidamente a la derecha y tomando el rumbo al cabo Blanco.Antes de alcanzarlo, nos desviamos para visitar la preciosa, solitaria y fotogénica playa de Torbas. Allí pasamos unos placenteros instantes. Después retornamos al camino y en poco tiempo nos encontrábamos en el cabo Blanco. Este sitio fue ocupado durante los Siglos I y II d.C. por un castro que dominaba el mar desde el promontorio del cabo. El acceso a aquél estuvo protegido por un importante foso y la fortificación se componía de cinco líneas defensivas más, con otros tantos fosos y parapetos, según pudimos leer en la placa informativa situada en el cercano Campo Redondo.
Seguimos camino y nos acercamos a La Atalaya. Este lugar constituye un privilegiado balcón para observar el paso de las aves migratorias y se puede divisar toda la costa lucense hasta Estaca de Bares. De nuevo en la ruta nos acercamos a Porcía. En el panel del mirador leemos con detenimiento la historia del Valkenburg,un vapor hundido en el mismo cargadero en 1928 con un importante cargamento de hierro (más de 3 toneladas). Este es el motivo, según dicen, por el cual en días de tormentas con aparato eléctrico, los rayos son atraídos hacia esta playa.Continuamos y recorremos un pequeño tramo del antiguo trazado de la N-634 atravesando el puente viejo, aquél en el que, como muchos recordamos, había que parar porque no se cruzaban dos coches y entramos en el Concejo de Tapia de Casariego. Seguimos el señalizado camino de Santiago y remontamos hasta encontrarnos con dispersos caseríos pertenecientes a los pueblos de Campos y Salave.
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