Ascensión al Crestón de la Xamoca
La Xamoca, de 1281 metros de altitud, está enclavada en un pequeño cordal que limita los municipios de Laviana, Sobrescobio y Caso.
Los del Estoupo iniciamos esta ruta montañera el pasado día 24 de febrero en Rioseco, capital del municipio de Sobrescobio, siguiendo el trazado de la PR AS-122.que discurre por lo que algunos autores califican como probable calzada romana, y va ganado altura por encima de la carretera de acceso al puerto de Tarna. Dejamos la calzada y siguiendo una tortuosa pista que no deja respiro en su progresión alcanzamos las praderas de la Gamonalín, y tras una corta ascensión nos situamos en el Gamonal. Es el momento de parar, tomar aire ydisfrutar de la vista aérea sobre el embalse de Rioseco.
Desde la base del Crestón comenzamos la ascensión por la pradería que nos eleva hasta el collado Lechuguero. La pindia cuesta nos obligó a zigzaguear constantemente y la imagen del grupo no debía ser muy buena. Tanto es así,que a nuestro compañero Toñole parecíamos un ejércitoregresando a la retaguardia tras una clamorosa derrota en el campo de batalla. Alcanzada la cresta rocosa, afrontamos los escalones calcáreos que nos encumbran en la cima de la Xamoca. Desde allí se disfruta de una espléndida vista de los concejos de Sobrescobio, Laviana y parte de los de Piloña y Caso. Aprovechamos para comer y compartir sensaciones con los componentes del Grupo Civilu con los que coincidimos en esta última parte de la ascensión.
La amenaza de lluvia nos sacó de la abstracción forzándonos a iniciar el camino de retorno. El descensolo realizamos internándonos en el bosque de Falafría, un hayedo de impresionantes ejemplares que se despliega a lo largo de la cara norte de la Xamoca. El sendero que cruza el bosque por un terreno todo llano desemboca en la campera de los Llagos. Mas abajo se encuentra la braña de corrales de LLagos formada por un conjunto de cabañas restauradas y recuperadas para el turismo rural, así como una pequeña área recreativa que, situada en una despejada plataforma sobre los embalses de Rioseco y Tanes, cuenta con un panel descriptivo de la excepcional panorámica que ofrece al visitante.
Continuamos por la amplia traza de la pista con tramos hormigonados y de fuerte desnivel. Vamos pasando por la Collaína de Canigüé, la de Ricáu y tras atravesar un umbroso bosque,alcanzamos Collau el Arcu que tiene a su vera una remozada cabaña. Poco después nos encontramos ya en el precioso pueblo de Campiellos, en el que hemos de visitar su capilla que está bajo la advocación de San Nicolas de Tolentino, fundada en el año 1673 por Tomás García.
En Campiellos (lo pudimos constatar algunos miembros del grupo que nos desplazamos a esta localidad en fechas recientes para reconocer la ruta) subsiste la vieja tradición de la sextaferia, consistente como sabe el lector, en una prestación vecinal para la reparación de caminos u otras obras de utilidad pública. En aquella ocasión,nos invitaron a una portentosa paella que estaban degustando buen número de vecinos después del gratificante esfuerzo de dejar el pueblo perfectamente remozado y limpio. No es de extrañar la buena opinión que nos trasladaron algunos visitantes respecto a laexcelente calidad de la oferta turística de la zona. Sin duda, se trata de un buen ejemplo para otros lugares embarcadosen la oferta de un turismo de calidaden el ámbito rural.
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