Crónica del Desfiladero del Cares

Excursión a Tuña (Tineo) 


Hoy en estas páginas del Eco de Luarca el lector tendría que haberse encontrado con la crónica de una ruta cercana al Puerto de San Isidro, que era la que figuraba programada por el Grupo de Montaña “El Estoupo” para el pasado 13 de marzo. La última ola de frío acumuló grandes cantidades de nieve en las montañas asturianas y el frío polar la mantenía intacta en esa fecha. Por tanto, razones de seguridad aconsejaron sustituirla por la de Tuña – La Silva – Tuña, en el vecino Concejo de Tineo, que aunque también se vio suspendida el pasado 27 de febrero por las mismas razones, esperábamos que dada la menor altitud por la que transcurre la nieve, esta vez, nos permitiera realizarla.

1Tuña 081El domingo 13 de marzo, con un sol madrugador en Luarca partimos hacia Tineo por la Espina. La nieve aún cubría las praderías y tejados al alcanzar cierta altitud, pero mayor grado de preocupación para el grupo lo constituía la niebla que advertíamos en su cumbre. El día estaba fosco en extremo en la Espina y una densa niebla entoldaba el paisaje. Empero, continuamos a la expectativa de los acontecimientos meteorológicos con la esperanza de no ver suspendida nuevamente esta ruta y ya de descenso hacia Tuña el Sol ganó por fin su pulso a la niebla deparando un día espléndido para caminar.

Llegados a Tuña nos decidimos a realizar la ruta no sin antes admirar la belleza del valle donde se ubica este pueblo señorial y realizar una primera aproximación a los encantos que alberga, aunque su visita la dejamos para la vuelta.

1Tuña 097Desde Tuña el camino nos llevó por un bosque de castaños centenarios con formas fantasmagóricas hasta el Pueblo de Santianes. Allí visitamos el palacio de los Rojas y el de Queipo de Llano, donde nació D. Juan Queipo de Llano y Valdés, que llegaría a ser Inquisidor de Lima, Obispo de la Paz y Arzobispo de Las Charcas.

Dejamos Santianes e iniciamos el camino hacia Areñas. Tras un corto ascenso, en el pórtico de su iglesia tomamos un “tentempié” y continuamos camino. La ruta discurre ahora en prolongado ascenso hasta el pueblo de La Silva, donde visitamos su antigua capilla de la malatería, la más antigua de Asturias pues data del año 1075. Allí confinaban a personas con enfermedades presuntamente contagiosas lejos de las emergentes urbes pobladas. Continuamos el camino y a pocos metros se encuentra la pradería de El Charcón1Tuña 1032_3. La pradera estaba cubierta de un buen manto de nieve y en una zona que quedaba libre de ella nos detuvimos a comer, descansar y disfrutar de las vistas panorámicas sobre los cuatro concejos: Allande, Cangas de Narcea, Belmonte y Tineo. A lo lejos Peña Manteca y la “fana” de Genestaza se alzaban majestuosas y cargadas de nieve.

Tras estos momentos distendidos y gratos de la comida iniciamos el descenso desde La Silva siguiendo un camino que discurre por la otra pendiente del valle. Las surgencias que originaba el deshielo vomitaban verdaderos torrentes de bulliciosa agua que anegaba el camino. Por el contrario y como sorprendente contrapunto encontramos zonas de monte bajo totalmente seco. Tras desandar el camino, alcanzamos Tuña, punto de partida de la ruta y a la vez final de nuestro recorrido. Ahora sí pudimos dedicar todo el tiempo del mundo a visitarlo1Tuña 1044_3.

Tuña recibió con merecimiento en el año 2000 el título de pueblo ejemplar que otorga la Fundación Príncipe de Asturias. Un paseo por sus calles casi cinco años más tarde lo justifica suficientemente y aún se puede observar el interés renovado de las asociaciones vecinales por la conservación del patrimonio de sus mayores.

Tuña hoy, es una expresiva viñeta de un pueblo con un pasado de esplendor. Hay que recordar que allí nació el 7 de abril de 1784 Rafael del Riego y Florez. El General Riego, que siendo Teniente Coronel al mando de la expedición militar preparada para acabar con la insurrección en las colonias americanas proclamó el 1 de enero de 1820 en Cabezas de San Juan (localidad de la provincia de Sevilla hermanada en la actualidad con Tineo) la constitución de 1812 y restableció las autoridades constitucionales.1Tuña 1061_1

Resulta harto difícil hacer una descripción pormenorizada de cada una de sus casas solariegas y lugares con encanto. No obstante, intentaremos acercar al lector a aquellos lugares mas destacados que visitamos. Iniciamos la visita empezando por el Palacio de Barreiro o Palacio de Riego y Tineo en el barrio de Castañedo, casa-torre del Siglo XIV que va ser objeto de rehabilitación en breves fechas. Mas abajo la Casa Pepón o Torre de los Cienfuegos de Tuña, también del Siglo XIV y bien rehabilitada. Poco después la Casa Natal del General Riego o Casa de la Chamborra, buen ejemplo de casa hidalga de finales del XVIII, rehabilitada a finales del Siglo XX. Sin andar mucho llegamos a la plaza central del pueblo donde se encuentra la Iglesia de Santa Maria de Pedrero, templo edificado en 1771 que mantiene1Tuña 1014 capillas blasonadas de los nobles del lugar. Después encontramos la Torre de Campomanes o Casa de Flórez Valdés, desde donde divisamos el grandioso Palacio de Cabo del Rio, construido en los Siglos XVI-XVIII. A pocos metros se levanta el Puente del Carral, de cantería y con arco alomado, al que algunos califican como Romano. A su lado se ha instalado una reproducción de uno de los exvotos dedicados a los “ lares viales” que se hallaron en sus proximidades.

Henchidos de conocimientos históricos y agotadas las baterías de nuestras cámaras de fotos, solo nos restaba regresar a Luarca y emplazarnos para la cena aniversario de constitución del grupo que se celebrará el día 19 de Marzo.

(+fotos)

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Sección infantil del grupo de montaña Estoupo