Resultó premonitoria la incitación a la participación contenida en el título de la última crónica publicada en el número anterior del "Eco de Luarca" porque en esta ocasión ciertamente fué numerosa, por cierto el mérito del titular corresponde al equipo redactor del periódico.
El grupo de montaña "El Estoupo" partió el día 3 de abril hasta el pueblo de Bermiego, en la falda occidental de la sierra del Aramo en el concejo de Quiros. Antes de iniciar la caminata realizamos una breve pero apasionante incursión turistica por las callejuelas de este pueblo que cuenta con 32 horreos y dos especímenes arbóreos declarados en 1995 monumentos naturales según consideración del Plan de Recursos Naturales de Asturias (PORNA). Ubicado al lado de la capilla de San Antonio ( fechada en 1790) se yergue un ejemplar de grandes dimensiones de"Rebollu", y al lado de la Iglesias de Santa Maria el afamado "Texu de Bermiego".
Plinio Segundo en su "Historia Natural" se refería al caracter mortal del veneno contenido en el fruto del macho de tejo. Comiendo su "bayas" las tribus astures se suicidaban antes de ser capturadas por los romanos para evitar la cautividad que les parecía aún mas dura que la muerte.
Cumpliendo las exigencias de la educación y las buenas formas saludamos a algunos vecinos de Bermiego, que tras preguntarnos por nuestro destino nos facilitaron información sobre muchos temas. Entre otros, se refirieron a la cosecha de la escanda, que se encuentra ahora en plena "salla" preparando al cereal para que en los meses de agosto y septiembre se recoja y con su grano se elabore el sabroso y escaso pan de escanda. Nos contaban que es tradición en Bermiego, mientras se cuece el pan, rezar oraciones. Las mas comunes eran el Padre Nuestro << a San Froilan para que florezca el pan >> y a << San Justo, para que de poco saque mucho >>.

Desde el campo de la iglesia acometimos en esforzada subida un camino empinado por el que transcurre un ramal de la Ruta de San Melchor, marcada como de gran recorrido y que por cierto recorrió en 1792 Jovellanos. Dejando la Sierra de Tene a la izquierda alcanzamos el Collado de Linares, zona de fincas y cabañas donde se contempla una buena panorámica de las tierras quirosanas y donde aprovechamos para descansar. Un poco antes habíamos dejamos a la izquierda la ermita de La Merced, donde se celebra una romería el fin de semana anterior al 23 de septiembre.

Reiniciamos la marcha por verdes camperas hasta el Collado Pando de la Mortera, techo de la ruta con sus 1120 metros de altitud. Desde allí en un sube y baja, entre acebos, alcanzamos la Braña de Buxana. Aquí hicimos la esperada parada para comer y descansar. Mas animados y repuestos se imponía continuar dando término a la grata estancia, descendiendo por la Canal Seca hasta La Rebollada y desde allí por carretera hasta Pedrovella. Por el camino los cerezos en flor ponían una nota de color al camino. En la Iglesia de San Antonio, con la Mostayal a la vista, tras una breve descanso afrontamos la última parte del recorrido que transcurre por la conocida "Ruta de las Xanas"

Descendimos por la inclinada pradera hasta ganar el cauce del rio con un cuidado exquisito en donde colocábamos nuestros ya doloridos pies. Debido a la extrema humedad y el barrizal formado por el paso de cientos de excursionistas que en días festivos realizan la ruta se exigía un ímprobo esfuerzo para mantener la verticalidad. En este punto, la negrura de las nubes de acentuó y la amenaza de tormenta se hacia presente de forma inminente, Sin mas dilaciones, ante el cariz que tomaba el tiempo bajamos por el camino tallado en la caliza de las verticales paredes que se descuelgan sobre el rio Las Xanas con paso acelerado. Pronto alcanzamos el área recreativa ubicada en el pueblo de Villanueva, concejo de Santo Adriano, donde finalizaba la ruta y sólo en el último momento hizo aparición la lluvia que en forma de chaparrón nos despedía.

Antes de regresar a Luarca, hicimos la ya habitual parada con el fin de dar cuenta de nuestras peripecias y tomar un bien ganado "culín" de sidra en Cornellana donde siempre hemos encontrado afectuosa acogida y diligente servicio. Aunque apetecía un "riscu calentín" de pan de escanda recien sacado del horno acompañando a un buen chorizo casero lo sustituímos exitosamente por los enormes bollos preñaos especialidad de una confiteria del lugar.

(+fotos)