EL ESTOUPO EN BRAÑAVELERA

El 19 de Marzo, festividad de San José desde siempre y día del padre de reciente implantación gracias a la promoción interesada de los grandes establecimientos comerciales, los del Grupo de Montaña “El Estoupo” decidimos acercarnos hasta Quirós, cuna de San Melchor ( proclamado santo en 1988 por Juan Pablo II) para desde allí ascender al Pico Brañavalera.

El Brañavalera (1483m) esta situado en el vecino concejo de Lena. Su nombre y el que abunden otros tantos lugares con topónimos con la misma raíz (El Brañichin, Braña Tsamosa…) denotan la importancia de las costumbres vaqueirastambien en estos dos Concejos de la zona central de Asturias y confirman que, ni mucho menos, quedan reducidas a las que mas resuenan en los Concejos de Valdés, Tineo, Cangas y Somiedo.

Nos acercamos al concejo quirosano , siguiendo los pasos del ilustre pensador y político Asturiano del Siglo XVIIID. Gaspar Melchor de Jovellanos el 3 de junio de 1792, por la comarcal AS-229 proveniente de Trubia. Llegamos a Barzana, capital del Concejo, con intención de desayunar. Sin embargo no habíamos previsto que ese día se celebraba la Feria de San Joséy la villa ya se encontraba abarrotada de coches y feriantes a aquella hora tan temprana de la mañana. Seguimos ruta y paramos a desayunar en el embellecido pueblo de LLanuces, donde en los últimos años se han rehabilitado un buen número de casas deshabitadas y entorno al palacio de los Miranda se ha creado un Núcleo de Turismo Rural.Reconfortados con el cafetín y el pincho seguimos ascendiendo hasta el alto de la Cobertoria. Allí iniciamos la ruta caminando en dirección Sur, dejando a la izquierda el Pico Bildeo. Después de un largo tramo sin apenas desnivel,entre carrascosy acebos,a caballo de la divisoria de los Concejos de Lena y Quirós llegamos a LLan de los Fresnos. Una pista nos lleva en dirección SE, primero en ligera bajada y luego con dos tramos cortos, pero de fuerte pendiente, bordeando las Colinas, las Chafarizas y el Pico La Balsa. Cerca de Porciles giramos hacia el Este para pasar por el Mayau de Brañavalera y en ligera subida con dirección NE nos encontramos con el Lago Chagu. A este lugar se refiere Alberto Álvarez Peña (Gijón, 1966) en su obra LLINDESTRADICIONALES DEL CONCEYU PILOÑA /AYDA,.1996/ Alberto recoge la leyendaque dice que: “… nel pozu Llagu nel altu Brañavalera (Llena) hai un Cuélebre de siete cabeces que ta curiando por ocho Xanes dientru d’un pozu….”. Lo cierto es que nosotros no pudimos constatar la existencia ni del Cuélebre de siete cabezasni de las Xanas. No obstante, dejemos suposible existencia en el estricto ámbito de la ficción, no frustremos expectativas y sigamos a lo nuestro.

Desde el lago, unos duros recuestos nos acercan hasta la cima. El Pico Brañavalera preside con absoluta soberanía el valle de Lena, constituyendo una excelente atalaya sobre las tierras bañadas por los tres ríos que forman los tres grandes valles que organizan geográficamente el concejo de Lena: el Huerna, el Pajares y el rióLena. Inevitablemente la vista dePeña Rueda nos atrae por su formidable aspecto. El Aramo se alza como un gran biombo calizo que celosamente nos oculta el Centro de Asturias. Hacemos las últimas fotografías y nos resguardamos del gélido viento que nos azotaba, para poder comer y reponer fuerzas. Poco tiempo dedicamos a comer a causa del frío. Enseguida iniciamos el descenso hasta Porciles. Allí tomamos una pista que en dirección sur nos lleva al Collau dePorciles.

Las plegarias a San Melchor nos habíanlibrado hasta ese momento de la lluvia queveíamos caer en forma de bruscos chubascos a nuestro alrededor, pero, o no fueron suficientes o el Santo se desentendió de nosotros, porque desde el Collau nos acompañó lluvia yagua-nieve durante gran parte del descenso porla pista que nos llevaría hasta el Pueblo de Valle, aldea de la parroquia de Zureda (Lena) situada a la falda y al abrigo de la Pena Chago. Cuando la lluvia cesaba,podíamos admirar la imponente masa boscosa por la que discurre la pista y percibir el gris opaco y musgoso de las ramas deshojadas de árboles de fantasmagóricas formas.

Ya en Valle, calados hasta los huesos, recibimos con los brazos abiertos la aparición del autobús. Quitar la ropamojada y sustituirla por otra seca y calentita supuso un indudable alivio. Aprovechamos el descanso para realizar una rápida visita al palacio de los Mendoza y la anexa capilla de San Julián, antes de iniciar el regreso a Luarca.

(+fotos)