ASCENSION AL TORRES

El majestuoso Pico Torres (8.104 m.) constituye la cota máxima del Parque Natural de Redes. Situado en el Puerto de San Isidro, a la izquierda de la carretera si vamos desde Asturias hacia León, su forma piramidal y su negra caliza llaman la atención del viajero.

La magia de este pico sirvió de inspiración a muchos artistas. El Torres emana deliciosas sensaciones, difíciles de describir con palabras, y sin embargo,aparentemente fáciles de plasmar en un lienzo, porque la montaña y la pintura se compenetran muy bien. Así lo hizo Cesar González-Pola (Oviedo 1921-1989) ensu obra: “Pico Torres desde el Pino”.En el cuadro, el Torres sale favorecido gracias al contraste de luces sobre las sombras de los altos neveros.

El pasado dos de julio, los del Grupo de Montaña Estoupo, conjuntamente con nuestros amigos de Grupo de Montaña y Aire Libre “Peña Furada” de Navia, nos dirigimos al Puerto de San Isidro, base de aproximación a esa montaña. La mañana se presentó nubosa, aunque la temperatura y la humedad contenida en el aire eran elevadas. No obstante respiramos, existía verdadero pánico a una jornada soleadacuando afrontáramos los duros repechos del Torres.

En el lugar conocido como la Raya arrancamos nuestra ascensión. Tomamos un perceptible sendero al otro lado de la carretera. Poco a poco vamos progresando, superando zonas cubiertas de altos brezos y piornos que, mientras caminábamos fustigaban sin piedad nuestros cuerpos. Sin mucho esfuerzo, subiendo por una pendiente loma,alcanzamos la majada del Torres dondeya solo se conservan las últimas piedras de lo que antaño fue una cabaña. Allí paramos para tomar un tentempié y descansar. Desde la majada nos dirigimos ladera arriba hacia el N.O. hasta alcanzar, tras superar una inclinada ladera, la cumbrera del cordal en el Collado de la Ventanona, desde donde divisamos las tierras del Concejo de Caso. Tras otro receso para coger fuerzas, avanzamos en dirección Oeste pasando por un tramo que nos obligó a trepar, para colocarnos, superados los resaltes finales, en la cumbrera del Torres. Desde allí pudimos disfrutar de las bellas panorámicas hacia los valles interiores de la región y especialmente del Parque Natural de Redes.

La plaga de hormigas voladoras que se dieron cita ese día en la cumbre no hicieron nada placentera la estancia, por lo que con indisimulada prontitud todos nos dispusimos inmediatamente a descender. Siguiendo un sendero trazado en la ladera occidental del Pico, pronto llegamos al Collado Valverde, decidiendo, ya que íbamos bien de tiempo, ascender al cercano Pico Valverde (1.967 m) .Una corta subida nos llevó en 15 minutos hasta su cumbre. Desde allí descendimos nuevamente hasta el Collado y siguiendo la senda volvimos a la majada del Torres, donde enlazamos con el camino de subida por el que proseguimos hasta alcanzar la Raya de San Isidro.

Concluida la marcha, no podemos más que afirmar que la experiencia de programar conjuntamente alguna excursión resultó exitosa, y por tanto quedamos emplazadoscon nuestros amigos de Peña Furada para, en años venideros,continuar con la colaboración.

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