EL ESTOUPO EN LA RUTA DE LOS NOVIOS

Reiniciamos la actividad después del habitual descanso veraniego.El pasado 17 de septiembre realizamos una ruta que parte del pueblo de San Esteban de Cuñaba, hasta el que llegamos en autobús por una pendiente carretera tras abandonar la de Unquera-Potes, pasa por Tresviso y finaliza en Urdón, en el desfiladero de la Hermida. Los autores de algunos libros de montaña se refieren a ésta como la ruta de los novios. Dicha denominación la atribuyen a que por este trazado transitabanlos mozos de San Esteban de Cuñaba y Tresviso para cortejar a las mozas.

San Esteban de Cuñaba, situado en el Concejo de Peñamellera Baja, en el extremo oriental de Asturias,fue el primero en obtener el galardón de Pueblo Ejemplar de Asturiasen el año 1990. El jurado del premiotuvo en consideración el esfuerzo realizado, mayoritariamente por jóvenes,en la recuperación de un núcleo ancestral de población que prácticamente había desaparecido, reconstruyendo fielmente las edificaciones tradicionales para destinarlas, en su mayoría, al turismo rural. Además, los lectores recordarán que el Príncipe de Asturias apadrinó a un niño de San Esteban con ocasión desu visita para la entrega del galardón.

Dejamos el bello pueblo de San Esteban y por una pista alcanzamos el área recreativa de Robicores, poco después iniciamos el ascenso por un valle poblado de hayas hasta el Collao Medio. Tras una breve travesía sobre una zona inclinada, afrontamos la subida a la Canal de las Tejucas. Una ladera nos lleva a otro collado y tras descender una corta pedrera cruzamos por encima de un embudo para ascender a una collada que se encuentra a la izquierda de un imponente Porro. Este collado separa la Canal de Obreros de la Canal por la que hemos ascendido, acertadamente bautizada como Canal del Infierno ó de Restriegapiernas. El itinerario se convierte ahora en un “rompepiernas”, en un permanente y sucesivo “sube- baja”, primero descendemos por una ladera inclinada e incómoda hasta la Cueva Arguma, después ascendemospor una canal herbosa, de gran inclinación y colgada sobre los canalones que caen encima de los tejados del limítrofe pueblo de Urdón. Seguimos en breve travesía horizontal por la Pasá del Picayu hasta alcanzar tras una corta trepada el Collao de Árguma. Descendemos nuevamente y proseguimos a media ladera por toda la vertiente sur de las estribaciones orientales de la Sierra de Cocón. El conjunto de aparentes imposibles lo fuimos resolviendo con más o menos sacrificios, fundamentalmente gracias a que se han protegido con cables de acero y otros elementos de madera los tramos más expuestos y las aéreas travesías por donde discurre. En la Horcadura del Canto ya vemos el pueblo de Tresviso al que en suave bajada llegamos por su parte alta. Allí disfrutamos de un merecido descanso y aprovechamos para comer.

Tresviso (848m.de altitud) se encuentra asentado en un rellano sobre el cauce del río Urdón. Pertenece a la vecina Comunidad Autónoma de Cantabria, pero la única forma de acceder por carretera es desde Asturias, concretamente desde el pueblo de Sotres. Tresviso está habitado por menos de medio centenar de vecinos y cuenta con Ayuntamiento propio, uno de los siete que conforman la comarca Lebaniega. En Tresviso, al igual que en el vecino pueblo de Bejes, se elabora el famoso queso con denominación de origen “Picón Bejes-Tresviso”.

Después de comer dejamos Tresviso por la parte baja del pueblo, descendiendo por el antiguo camino minero que lo comunica con Urdón, una impresionante y sinuosa senda tallada en la roca que fue construida a finales del XIX por la Sociedad La Providencia para realizar el descenso de mineral de Blenda y Calamita procedente de los yacimientos de Andara.

Atravesamos unos prados y bajamos hasta los invernales de Prías. Pasamos por una zona de minas y alcanzamos el Balcón de Pilatos, una repisa sobre el abismo que conforman las verticales caídas que vierten sobre el río Urdón. Por continuos tornos labrados en La Peña alcanzamos la Vargona, un tramo ganado a la pared que cierra la Canal de Cerrosa. Por el interior de esta pedregosa canal descendemos las fuertes y pronunciadas revueltas hasta embocar hacia el río Urdón. Llegamos a la zona denominada Entrelospuentes, para, en descansado paseo, alcanzar el pueblo de Urdón, donde las aguas del río con su mismo nombre alimentan al Deva.

Las aguas limpias y cristalinas del río invitaban al baño y algunos miembros del grupo fueron incapaces de resistirse a la tentación. Las gélidas aguas aliviaron a los más intrépidos. Los demás, con sana admiración, intentábamos refrescarnos a la sombra de un castaño, mientras compartíamos las emociones producidas en una dura pero reconfortante jornada, en la que el esfuerzo y, hasta posiblemente el miedo, quedaron compensados por pisar uno de los parajes mas hermosos de Picos de Europa.

(+fotos)