Este año fue el pico Las Palancas el elegido por los montañeros del Estoupo para celebrar la fiesta anual de la navidad en torno al tradicional belén de cumbres. La cima de las Palancas ó La Paradiella, con 720 metros de altitud, esta situada en el vecino concejo de Cudillero, justo en el límite con Valdés. Una de sus vertientes desciende confuerte desnivel hacia la rasa costera del municipio pixueto, otra, en suave declinación se desplaza hacia la zona más oriental del Concejo de Valdés. Se trata, pues de una montaña compartida por los dos municipios que además constituye una admirable atalaya de la acantilada costa de ambos.

El día 17 de diciembre, un nutrido grupo de participantes, aún cuando la meteorología no ayudaba en absoluto, decidimos afrontar la ascensión a la cumbre. La lluvia, el viento y la niebla nos lo querían poner difícil. Poco a poco la serpiente multicolor formada por los participantes ataviados con coloristas capas y otras ropas de abrigo, fuimos ascendiendo hasta la cumbre. La persistente niebla y la gélida sensación térmica nos hicieron desistir de colocar el belén y cantar a su rededor los acostumbrados villancicos. Decidimos descender y realizar los tradicionales actos en otro lugar más acogedor.

El sitio elegido fue la iglesia de Santa Maria de Arcallana. Este edificio religioso del siglo XVIII que en su interior alberga en un precioso retablo barroco la imagen de la milagrera Virgen del Carmen, cobijó a todos los participantes y en su generoso atrio dimos buena cuenta de los turrones y la sidra- invitación de la organización -que como ya es costumbre nos acerca nuestro buen amigo Ramón. Al abrigo de sus amplios murosbrindamos, cantamos los tradicionales villancicos y nos felicitamos, anhelando para todos un buen año 2007.

Con posterioridad nos dirigimos al pueblo de Foyedo, donde habíamos reservado una comida de hermandad en el restaurante de Ángel Blanco, más conocido como Alan, al que hay que felicitar tanto por la buena cocina con que nos deleitó como por el excelente trato de su equipo humano. Al terminar la comida y trasla inesperada visita de Papá Noel, mucho baile y cachondeo, que era lo que tocaba. Así somos la familia montañera.

Finalmente, nuestro Presidente quiso despedir este año tan intenso para el Grupo, felicitando a todos los socios y a sus familias y deseando lo mejor para todos en 2007. Recordó a los presente la considerable lista de emblemáticas cumbres que ya figuran en el currículum de ascensiones colectivas del Grupo; las importantes travesías que se han recorrido a pié; el amplio listado de rutas a través de hoces o desfiladeros pintorescos y todo un sinfín de recónditos lugaresque plagados de tesoros artísticos y culturales hemos tenido el gusto de conocer, recorrer y disfrutar, y concluyó su intervención animando e invitando a todo el mundo a disfrutar de la naturaleza y de la montaña.

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