La Sierra de los Pandos,Peñas Melera y Pando

LA SIERRA DE LOS PANDOS

 

Estábamos advertidos. Sabíamos que la ruta por los Pandos era de las calificadas como duras, pero ni el más pintado había previsto que este invierno, caracterizado por habernos brindado unas condiciones atmosféricas envidiables para la práctica del montañismo,en sus últimos coletazos, se empeñara en ponérnoslo más difícil dejando caer sobre la mayor parte de la península una importante nevada.
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El domingo 25 de Marzo de 2007 los del Estoupo nos acercamos al concejo de Aller, un municipio de relieve montuoso, de fértiles valles y minería carbonera, para realizar una Travesía por la Serranía de las Fuentes de Invierno. Esta Sierra no es de grandes proporciones, pero acoge cumbres eminentemente montañeras: Peña Redonda (1.826 m.), Pico Nogales (2.076 m.)La Cabritera (1.977 m) y la sierra de los Pandos, constituida por dos cimas:Peña Melera (1.544 m.) y Pando (1.566 m.). La ruta la iniciamos en el Puente de la Muñeca,a unos dos kilómetros de Felechosa siguiendo la carretera que va al Puerto de San Isidro,en las proximidades de Centro de embotellamiento de “Agua de Cuevas” que pertenece,junto a la Central Lechera Asturiana,al grupo empresarial Corporación Alimentaria Peña Santa S.A. 
 

 

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Unos, los más atrevidos,nos dirigimos hacia el valle Melera. Otros, menos impetuosos, eligieron realizar la ruta de las Foces del Pino. Bien pertrechados, afrontamos los duros recuestos del valle Melera siguiendo el curso de un sendero que a través de un viejo hayedo,en varios zigzag, nos alzó hasta la pared del almenado crestón calcáreode la Melera, donde se pueden observar las vías abiertas para la escuela de escalada de Cuevas. La nieve acumulada hacía difícil caminar y nos lo tomamos con calma. En la cabecera delgrupo, se realizaban frecuentes turnos para ir abriendo camino. Poco a poco, fuimos dejando atrás el hayedo y saliendo del encajonado valle de Melera para encontrarnos en los nevados pastos de La Cocha Los Graxos.

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Si en esta zona es difícil seguir la senda cuando no hay nieve, en aquella ocasión la empresa resultaba vana. Solo teníamos como referencia los níveos tejados de unas cabañas que aspiraban a emerger sobre un extraordinario manto de nieve. Una vez alcanzada la última cabaña, paramos a descansar y a reponer fuerzas. Reagrupados, decidimos continuar y, aunque elsendero cruza el valle en horizontal (según indican los manuales) hasta el lugar denominado El Gravixu, nosotros desestimamos esta posibilidad debido a la gran cantidad de nieve que se acumulaba en el valle. A duras penas, continuamos ascendiendo directamente hacia el collado bajo la atenta mirada del majestuoso Pico Torres. En lo alto del primer collado, nos encontramos con un Grupo de Montaña que realizaba el mismo trayecto, pero en sentido opuesto. La senda que con esfuerzo habíamos abierto nosotros, les facilitaría el paso a ellos, y la que dejaban abierta ellos,nos habría de servir a nosotros.
La empresa había resultado dura, pero ya estábamos arriba y la Peña Melera (1541m) que se yergue airosa y con prestancia, se encontraba a un paso. Noobstante, sólo unos pocos se atrevieron a ascenderla. Los que la coronaron se encaramaron por su cara sur y nos hablaron maravillas de la soberbia panorámica que desde la cima se contempla sobre el valle de Felechosa y buena parte de las principales cumbres del cordal del Retriñon y la Serranía de las Fuentes de Invierno.
Los demás continuamos la ruta, que avanza en llano por la cabecera de un barranco que divide las dos Peñas, desde donde pudimos divisar perfectamente los núcleos urbanos de Felechosa, El Pino y La Pola del Pino, localizados en lo más hondo del Valle. Pronto pasamos a la nueva collada, denominada Los Pandos o Vega El Cuitu, desde donde, en condiciones normales, se sube en unos quince minutos a la altanera Peña Pando (1566 m.). En esta ocasión, nadie de los nuestros se atrevió a afrontar la ascensión.

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Bajo un sol de justicia y sobre una nieve en constante descongelación, comimos y esperamos por los compañeros que ya descendían de Peña Melera. Cumplido el trámite de nutrirnos y descansar, reemprendimos la marcha descendiendo por el valle de Les Campes, atravesando las majadas del Palacio, El Pedrosu, El Llanón, La Juécara, hasta el Puente el Fondil (1000 m.).
Siguiendo la ruta trazada por el sendero PR.AS-31 nos lanzamos cuesta abajo adentrándonos en las entrañas de las Foces del Pino, un corto pero espectacular recorrido por el interior de la profunda cortada de la caliza que el ruidoso río Pino formó con el paso de los años.
Por el camino empedrado de las foces llegamos hasta una antigua central eléctrica, para seguir la senda paralela al río Valmartín hasta cruzar el río San Isidro que nos deja en el pueblo del Pino (630 m.). Desde el Pino, sin poder localizar la piedra redonda, proseguimos por la carretera AS-253 hasta el cercano Felechosa donde nos esperaba el autobús.
Después de una jornada agotadora, aún nos quedaba resuello a algunos para recordar y entonar el cantar popular que se refería a aquella piedra.

“...Entre la Pola y el Pino,
hay una piedra redonda,
donde se sientan los mozos
cuando vienen de la ronda”.

(+fotos)

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Sección infantil del grupo de montaña Estoupo