Ascensión al Gargalois - VILLAYON

ASCECIÓN AL GARGALOIS

HPIM0002Atribuyen a Jovellanos la siguiente cita: “Hay muchas gentes que son siempre forasteras en su propio país, porque nunca se aplicaron en conocerlo" La frase viene a cuento ya que, aun cuando en general Asturias es conocida por asturianos y foráneos, hay concejos que parecen condenados a perpetuar su condición de desconocidos. A título de ejemplo, uno de ellos puede ser el de Villayón, otro el de Illano y un tercero el de Allande. Es cierto que de Villayón se conocen las Cascadas de Oneta, de Allande el restaurante La Nueva Allandesa,y de Illano, si acaso, el área recreativa y la piscina del alto de Folgueirou. Estos lugares emblemáticos constituyen el buque insigniadel atractivo turístico de estos Concejos, pero estamos casi seguros que la belleza natural, sus pueblos, sus gentes y las centenarias tradiciones que guardan se escapan al conocimiento de la mayoría de los asturianos.

HPIM0005Los del Grupo de Montaña Estoupo nos aplicamos permanentemente en conocer cada rincón de la montaña asturiana para no sentirnos forasteros en ningún lugar. En este empeño nos desplazamos el pasado 8 de abril al vecino Concejo de Villayón. La actividad consistió en ascender al Pico Gargalois ( 1165 m), que conlos Picos Prado San Roque y Cristaleira forma la Sierra de San Roque.

Aunque el Gargalois constituye el techo del Concejo de Illano, es habitual acceder a su cima comenzando en el pueblo Castanedo, perteneciente a Villayón. Desde Castanedo (590 m) caminamos por una pista que baja hacia el río Carbonel y luego asciende a la apartada aldea de Barandón, donde nos acercamos a visitar la ermita de San Juan, del Siglo XVII, situada en su parte alta.

Entre algunos componentes del Grupo había calado la idea de ascender también al cercano pico Carondio (1.222 m.) aprovechando la coincidencia de una gran parte del itinerario. Por ello, los más animosos nos adelantamos al grupo con el fin de alcanzar la cumbre del Carondio, que pertenece a Allande, y conseguir unirnos al grupo en algún momento de la ascensión al Gargalois.

HPIM0017Dejamos atrás Barandón y nos adentramos en un bosque de robles por una pista que pierde su traza al cruzar un reguero y cambiar de ladera. Proseguimos el camino por una senda, entre escobales,hasta alcanzar la herbosa Collada de Entrevías (925 m) donde se localiza el dolmen conocido como A Llastra da Filadoira. La leyenda nos dice que la gran losa que cubre el dolmen (de 2 metros y pico de largo y 1 metro y medio de ancho) la trajo una mujer a través de la sierra en su cabeza sin dejar de hilar durante el recorrido.

En esta encrucijada, dejando el dolmen a nuestra derecha proseguimos con nuestra remontada hacia el pico Carondio. Cuando nos encontrábamos cerca de su cima, avistamos una manada formada por al menos cinco lobos, que rápidamente se dispersaron al ver invadido su hábitat con nuestra presencia. En la cimera del pico Carondio (1.222 m) se levanta un vértice geodésico y un buzón montañero instalado por nuestros amigos de “Peña Furada” de Navia en el año 1987.

HPIM0061Enseguida proseguimos la ruta con el objetivo de alcanzar a nuestros compañeros que ya se dirigían al Gargalóis. Descendimos hasta la Collada de de Entrevías y dejando el túmulo ahora a la izquierda seguimos en dirección Oeste y nos dirigimos al contiguo collado de Campillín (928 m.). Dejamos el collado y encaramos en dirección Norte el duro tramo que nos llevó,sin especiales problemas,hasta la cima del Gargalois (1.165 m.). Una vez en la cumbre, mirando hacia el Este pudimos ver a nuestros pies el río Carbonel, enfrente las cimas del impresionante Pico Agudo. También el Pico Carondio al que antes ascendimos y más en el horizonte el Mulleiroso y el Mancebon. En dirección Oeste destacan el embalse de Doiras y el núcleo urbano de Boal.

HPIM0082Reiniciamos la marcha retornando rápidamente hasta el collado del Campillín, donde paramos a comer y descansar.Reagrupados bajamos directamente desde el collado hasta la Braña, conjunto de praderías del pueblo de Castanedo. Desde aquí tomamos una pista y por ella nos presentamos en el pueblo de Castanedo donde damos por finalizada esta ruta en la que recorrimos parte de tres concejos del desconocido occidente astur.

Pero, el olvido ó desconocimiento no solo sucede con los territorios, sino también con las personas. La falta de la debida atención mantiene a menudo en el anonimato a personalidades del mundo científico, cultural, etc. Esto ocurría hasta ahora con Aurora de Albornoz. Esta valdesana universal ha sido recuperada para la memoria colectiva gracias al libro recientemente presentado en la Casa de la Cultura de Luarca escrito por José Antonio Pérez Sánchez,Catedrático del Instituto Carmen y Severo Ochoa de Luarca y socio de este Grupo de Montaña, al que, aprovechando estas páginas felicitamos por su obra.


(+fotos)

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Sección infantil del grupo de montaña Estoupo